MOMO
En busca del tiempo robado
Espero que estés listo y preparado para leer este maravilloso cuento que hará las delicias de pequeños y grandes. Una de esas historias mágicas que da gusto leer a tus hijos: Momo. Esta novela infantil fue publicada en 1973 por el autor alemán Michael Ende. Quizás os suene más este novelista si os digo que también escribió La historia interminable. Creo que La historia interminable es su obra más popular y conocida por nuestra generación gracias a la película ochentera del mismo título. Sí, sí. Ahora no te hagas el tonto que yo también la vi y lloré como una magdalena cuando Atreyu pierde a su caballo.
. Pues bien, Momo es la novela que os sorprenderá y enamorará no solo por sus entrañables y carismáticos personajes, sino también por una atmósfera asombrosa donde la antigüedad, la modernidad y lo que vendrá parecen convivir en perfecta armonía.
La historia comienza de la siguiente manera: en las afueras más humildes de una ciudad cualquiera sobreviven las ruinas de un antiquísimo anfiteatro. Un día cualquiera, una niña huérfana llamada Momo aparece allí y se refugia en las ruinas. Momo tiene un aspecto muy peculiar: su pelo es ensortijado y revuelto, viste un chaquetón que le está grande y una falda hecha con retales de diferentes telas. Cuando los vecinos se enteran de este hecho, movidos por la compasión, hablan con Momo y le proponen vivir con ellos, en sus casas. Al ver que Momo insiste en vivir en aquel anfiteatro, cada uno hace lo que puede para disponer y acondicionar el refugio de la niña con todo lo que una habitación necesita y, además, todos los vecinos se comprometen a abastecerla con lo poco que tenga cada uno. Así se hizo y tanto Momo como el vecindario estaban encantados con esa solución.
Momo es una niña muy especial, única. Todos los días, niños y mayores visitan a Momo: juegan con ella, charlan, le llevan comida y, lo más curioso es que de vez en cuando, van personas con problemas para que Momo les ayude. Y es que ya os he dicho que esta niña es muy peculiar. Solo habla cuando es necesario pero, lo que realmente hace extraordinaria a esta Momo es que sabe escuchar como nadie y cuando la gente está con ella es capaz de sacar lo mejor de ellos: bondad, racionalidad, imaginación, humanidad, perdón, poesía, filosofía… Es así cómo Momo nos enseña grandes valores humanos que tienden a desaparecer en la vorágine de las grandes ciudades.
Sus dos mejores amigos son el viejo Beppo el barrendero, un anciano honrado y trabajador que solo habla cuando está convencido de que lo que va a decir es lo que realmente quiere decir; y Giggi, un joven con gran inventiva capaz de crear historias extraordinarias cuando Momo está cerca.
Durante muchos días la vida es afable y apacible en el barrio obrero, junto a las ruinas, y junto a Momo, la cual lleva la felicidad a una de las zonas más humildes de la ciudad.
Un día cualquiera, aparecen por toda la ciudad unos personajes oscuros y siniestros, todos idénticos con sus trajes grises y fumando, y que además son olvidados con la misma facilidad que un dejavú. Se los conoce como “los hombres grises”. Estos sujetos se dedican a estafar a la gente y a robarles su tiempo, hipotecando sus vidas. Cada vez son más y se vuelven más codiciosos cuanto más tienen. Como resultado, la gente se aleja de cualquier momento de ocio para pasarse el día trabajando, hipnotizados. Cuando Momo está cerca, “los hombres grises” pierden el poder que parecen ejercer sobre los demás. Momo es capaz de recordarlos, no cede ante ellos y, por alguna razón, no le pueden mentir. Cuando los altos cargos del banco de tiempo se dan cuenta del poder de Momo, la niña se convierte en su enemigo público número uno y no paran de rastrearla.
Como por arte de magia, una tortuga llamada Casiopea, que responde preguntas con respuestas escritas en su caparazón, aparece en las ruinas y rescata a Momo. Alguien quiere ayudarla escondiéndola en su casa: el maestro Segundo Minucio Hora, protector del tiempo de los hombres. Allí Momo descubre qué es el tiempo y su valor. Descubre cosas maravillosas pero se siente triste por haber perdido a sus mejores amigos. La niña tendrá que enfrentarse a “los hombres grises”.
Una niña atemporal en un mundo temporal
El tiempo, su valor y su uso es el leiv motive de esta bella historia. Para empezar, nadie sabe de dónde o de cuándo sale Momo, como si su existencia hubiese sido y fuera a ser para siempre. Momo es como el tiempo: nadie sabe cuándo empezó, lo disfruta mientras lo tiene y nadie sabe cuándo acabará. El uso que hacemos de nuestro tiempo es clave para definirnos, formarnos y crecer como personas. Cuando los ciudadanos eran dueños de su tiempo eran felices, libres y llenos de valores humanos imprescindibles para formarse y formar a otros como personas valiosas, imaginativas, lógicas, racionales, solidarias y tolerantes. Todos esos valores irán desapareciendo, poco a poco, silenciosamente y casi fantasmalmente en el momento que la gente deja de emplear su tiempo para sí y para los demás.
«Los hombres grises» representan la forma más feroz del capitalismo que se cuela a hurtadillas en nuestras vidas y nos atrapa con engaños, dictando cómo debemos emplear nuestro tiempo y en qué cantidad. Por eso los personajes del barrio se transforman sin darse cuenta. Entregan su tiempo a «los hombres grises» sin saber bien lo que hacen. Se pasan el día apagados y trabajando sin pausa porque creen que cuanto más tiempo de su vida entreguen a «los hombres grises», más tiempo tendrán a largo plazo para disfrutar de lo que han obtenido con su trabajo. Pero nunca es suficiente, nunca se trabaja el tiempo suficiente para poder disfrutar del tiempo y viven solo para eso. Solo los niños son ajenos a esta epidemia, desconocedores del valor del tiempo y el dinero, pero se vuelven desgraciados porque se sienten abandonados por sus padres, a los que nunca ven, los que ya no les recogen del cole, los que ya no les leen cuentos. Terminan vagando por las calles, sin rumbo.
La tortuga Casiopea es enviada por el maestro Segundo Minucio Hora, encargado de administrar el tiempo a los hombres. Esta tortuga es especial ya que puede ver el futuro con 30 minutos de antelación, aunque no puede cambiarlo, solo conocerlo de antemano. Esta útil cualidad permite a Casiopea llevar a Momo a casa del maestro Hora. Este extraño «maestro», a veces joven, a veces viejo, rescata a la niña y le enseña en qué consiste realmente el tiempo de los hombres, su valor y la importancia que tiene Momo para destruir a «los hombres grises».
Carpe Diem, Tempus Fugit
El tiempo que tenemos en la vida no tiene precio, tan solo un principio y un final. De lo que hagamos con él dependerá nuestra singularidad. Podemos aprovecharlo, perderlo, ganarlo, gandulear con él, jugar, enseñar, aprender, ver la tele, dedicarlo a quien amamos o a quien nos necesita…pero nunca debemos permitir que se nos despoje de él, pues nos convertiremos en marionetas sin alma y sin valores. El tiempo te pertenece y eres libre de consumirlo como te plazca. Pero no olvides que tú consumes el tiempo y no él a ti. Si sientes que el tiempo te consume, tal vez haya algún «hombre gris» en tu vida que te lo roba, arrebatándote tu derecho legítimo a poseerlo: