
JORNADA
Atardece en la huerta
y el sol apuñala el monte.
¡Niña, trae acá la cesta
que guarde mis amores!
Las sombras olvidadas
bailan tras los cajones,
y cenizas de plata vieja
anidan en los faroles.
¡Niña, trae aquí la lumbre
que siento a los ladrones!
Y de sangre pasea descalza,
la luna por los callejones.